En una encuesta llevada a cabo entre adolescentes y jóvenes no mayores de veintiún años ; respecto a las ofensas de sus padres, contestaron lo siguiente:
Me critican injustamente , Mis padres no demuestran interés por las cosas que para mi son especiales. No cumplen sus promesas. Hablan sin pensar lo que dicen. Me sermonean en momentos en que lo único que necesito es apoyo . Casi nunca me dicen “te amo” y no me demuestran afecto mediante el contacto físico.
La Biblia dice :(lbd)
” Y en cuanto a ustedes, padres, no estén siempre regañando y castigando a sus hijos, con lo cual puede provocar en ellos ira y resentimientos. Mas bien críenlos en amorosa disciplina cristiana, mediante sugerencias y consejos piadosos.”